Por el Gober Precioso
Ya se cumplió el año.
Qué rápido para unos y qué lento para el precioso y toda la raza maldita.
Un año ya de sabernos gobernados por una piara de mafiosos sin escrúpulos, cuyos intereses giran en torno a su desmedida ambición.
Un año entero esperando que el gober precioso tenga un asomo de dignidad.
Qué ilusos fuimos quienes pensamos de esa manera, pues no sólo careció de cojones para reconocer su delito, sino que llevamos un año saturados de propaganda gobiernista para limpiar la imagen de la deshonra, de la vergüenza, de la desfachatez, de la deshonestidad…
Y qué ha logrado con ello el susodicho?
Nada, absolutamente nada.
La mierda de clase política que padecemos en este país está plenamente representada por Mario Marín, un político rancio y anacrónico que fue pillado de rebote en unas grabaciones que han quedado plasmadas para siempre en la memoria colectiva de la nación.
Esa mañana del 14 de febrero de 2006, conocimos de cerca cómo se mueven los hilos del poder, cuando un digno representante de la mafia empresarial, depredadora y esclavista, como lo es Kamel Nacif, se vanagloria por su hazaña y se exhibe sin tapujos como todo un padrote ante sus golfas.
Una de ellas, le responde presurosa: "mi héroe, chingao!".
Desde entonces le dicen "preciosa"…
