Todo parece indicar que mañana, martes 15, la Corte dará su resolución sobre el caso del infeliz gober precioso.
El martes, la resolución. Es un hecho. Será esta semana, muy probablemente el martes, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación dé a conocer los resultados de la investigación que realizaron los magistrados Emma Meza Fonseca y Óscar Vázquez Marín.
El análisis obra ya en poder del ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, el mismo que desde un inicio se opuso en su dictamen a que este poder atrajera el caso Marín-Cacho.
Múltiples son las versiones sobre los resultados que arrojará la investigación y la postura que asumirán los ministros. Las más optimistas marcan que la resolución vendrá a favor del gobernador del estado, otros señalan que es ambigua, lo cual en cierto modo también favorece al mandatario y los acérrimos enemigos de Marín aseguran que viene en su contra y que esto determinará su caída.
Fuentes consultadas por este reportero revelaron que en su conclusión los magistrados aseguran que las autoridades actuaron apegadas a Derecho en la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro y que únicamente se hace una observación sobre el trabajo realizado durante la detención y el traslado de Cacho a la ciudad de Puebla por parte de la Policía Judicial del Estado.
Tan es inminente que en esta semana se dará a conocer el resolutivo de la Corte, que la visita que el presidente de la Republica, Vicente Fox Quesada, había programado para este martes, se trasladó para el día 18 de octubre. En esa fecha, Fox realizará una revisión de la red aeroportuaria regional.
Sea cual sea el resolutivo, es positivo que la Corte de una vez por todas dé a conocer los resultados de la investigación, porque con este hecho terminará la incertidumbre que ha prevalecido en la entidad y que tanto daño le ha hecho al estado.
Hay que estar pendientes sobre el resultado, pero independientemente de si se le declara culpable o no, hay una cosa que es absolutamente clara y contundente en todo este asunto: el gober precioso está políticamente muerto.
Empiecen a enfriar la champaña...
