BRAVO MARIO MARTELL POR TU CRÓNICA, LA PRESIDENTA MUNICIPAL "IN" FRESITA ALABA A LA GUERRILLERA CARMEN SERDAN ALATRISTE, PERO SI HOY ENFRENTA A UNA MUJER CON ESE PERFIL, SEGURAMENTE LA MATAN, PORQUE HOY A LA MUJER NO SE LE ENCARCELA, SE LE DESAPARECE.
Oswald Smith já dizia que “a morte de Jesus é tão essencial para a fé cristã que se você pregar a Bíblia, mas não chegar na cruz, você ainda.
8/22/08
BLANCA ALCALA RUIZ ALABA A CARMEN SERDAN ALATRISTE
8/21/08
EN HOMENAJE A CARMEN SERDAN ALATRISTE
Carmen Serdán Alatriste nació en la ciudad de Puebla, el 11 de noviembre de 1873. Fue la primogénita del matrimonio formado por el Licenciado Manuel Serdán y Doña Carmen Alatriste de Serdán, nieta además del general Miguel Cástulo Alatriste, en cuya sangre palpitaban los ideales democráticos y las libertades ciudadanas por las que luchó hasta la muerte, los cuales trascenderían en su prole.
Tuvo tres hermanos: Aquiles, Natalia y Máximo, a quienes sus padres procuraron inculcarles el amor a la libertad y a los derechos humanos. Doña Carmen, a causa de las prolongadas ausencias de su marido Manuel, se encargaba prácticamente sola de la educación de sus hijos.
Más tarde Natalia se casó, mientras que Carmen siguió soltera, abrazando las ideas revolucionarias y la causa anti-reeleccionista de Francisco I. Madero. Luchó contra la dictadura porfirista desde el Partido Anti-Reeleccionista.
La joven no limitaba su trabajo a estas tareas, ya que también elaboraba bombas y hacía transacciones para la compra de rifles y pistolas para proveer de armas a las fuerzas revolucionarias.
Los dos hermanos varones de Carmen Serdán, al tener la edad suficiente, se afiliaron también al Partido Anti-Reeleccionista, de modo que junto con su madre y sus dos hermanas luchaban por terminar con la dictadura de Porfirio Díaz.
Aquiles Serdán abandonó sus estudios para dedicarse al comercio. En su calidad de negociante, realizó frecuentes viajes hacia los vecinos estados, durante los cuales tuvo la oportunidad de hacer amistad con los obreros que laboraban en las fábricas textiles de Puebla, Tlaxcala y Veracruz, constatando las inhumanas condiciones en que realizaban sus actividades.
Aquiles tuvo una activa participación en 1910 durante la campaña presidencial de Francisco I. Madero y, al fracasar las aspiraciones presidenciales de éste, tuvo que emigrar a San Antonio, Texas, en los Estados Unidos, a fin de escapar a la persecución que se desató contra sus seguidores.
Máximo, por su parte, llegaría a ser Presidente de la Delegación en Puebla del Partido Anti-Reeleccionista.
La casa de doña Carmen Alatriste, ubicada en Santa Clara número 4, en la ciudad de Puebla, servía como punto de reunión para los correligionarios de la familia, a quienes hacían pasar a la casa con todo sigilo.
La policía local seguía de cerca los pasos de los Serdán; no pasó desapercibido el viaje a San Antonio y su regreso a nuestro país. Cuando llegaron a Puebla, el gobierno porfirista los acusó de conspiradores y decidió catear su casa. La familia Serdán tuvo conocimiento de tal decisión y sus integrantes, así como sus amigos, acordaron anticipar la fecha para iniciar el movimiento revolucionario y se concentraron en el domicilio familiar con las armas disponibles. Todos mostraron entusiasmo por la llamada a las armas.
El 18 de noviembre de 1910, cinco policías llegaron muy temprano a la casa de Santa Clara con una orden de cateo y arresto contra Aquiles Serdán. La casa tenía la puerta abierta y, al entrar, los policías fueron recibidos por una lluvia de balas y comenzó un intercambio de disparos.
Desde el balcón, Carmen Serdán arengó al pueblo, incitándolo al grito de "¡Viva la no reelección!"
Después de eso, llegaron 400 soldados y 100 policías de refuerzo para aniquilar a los revolucionarios. La casa de Santa Clara fue rodeada y se inició un tiroteo que duró varias horas. Carmen participó activamente en la defensa contra las fuerzas porfiristas, resultando herida al subir a la azotea para proveer de parque a los revolucionarios.
Su hermano Aquiles, considerado uno de los mayores ideólogos y dirigentes de la Revolución, se había refugiado en el sótano de la casa y durante la madrugada del 19 trató de abandonar su escondite, pero fue sorprendido por un elemento de la policía que permanecía en custodia de la vivienda, quien le dio muerte. Fue uno de los primeros mártires que ofrendaron su vida en ejemplar sacrificio por la causa de la Revolución Mexicana.
Después del tiroteo, quince de los defensores habían muerto. Al cesar la resistencia dentro de la casa, Carmen Serdán, su cuñada Filomena del Valle y su madre fueron aprehendidas. Las acusaron de recargar las armas de los defensores durante el tiroteo, tal como lo había visto y declarado el polizonte Fregoso, infiltrado en la operación. Las tres mujeres fueron remitidas a la cárcel de La Merced y más tarde las recluyeron en el Hospital de San Pedro.
Carmen no se desanimó y continuó la lucha al lado de los revolucionarios. Después del golpe de Estado de Victoriano Huerta, Carmen participó en la Revolución mediante la Junta Revolucionaria en Puebla y sostuvo una entrevista con Venustiano Carranza. Distribuyó armas, fue correo a favor del movimiento e imprimió proclamas. Posteriormente se incorporó como enfermera en los hospitales de las fuerzas combatientes.
Al triunfo del constitucionalismo Carmen Serdán se retiró a la vida privada. Murió en Puebla, Puebla, el 21 de agosto de 1948, a la edad de 73 años.
El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:
Artículo único. Inscríbase con letras de oro, en los muros del Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, el nombre de Carmen Serdán, paradigma del heroísmo de la mujer mexicana.
8/19/08
Los “hechos aislados” del crimen organizado
Tiempos de Nigromante de Arturo Rueda
artrueda@laquintacolumna.com.mx
2008 es el año de la inseguridad en Puebla. Hasta antes, el estado avanzaba a contracorriente del baño de sangre nacional. La operación del crimen organizado era subterránea gracias a la existencia de acuerdos capos-gobierno que nos convirtieron en una especia de oasis. Sí, un lugar de paso. También residencia para las familias de los grandes narcos. Algunos levantones en la Sierra Norte, especialmente en la conflictiva zona de La Ceiba. Sí, con mucho narcomenudeo bajo control. De pronto, algo se rompió.
Los pactos se rompieron y las barreras para evitar que los criminales operaran en la entidad se derrumbaron.
Sin embargo, para el gobierno marinista, 2008 no es el año de la inseguridad, sino el de los “hechos aislados”, el único discurso que conoce Mario Montero y el resto de los funcionarios encargados de la seguridad pública. Hechos aislados, que si se ven en conjunto, pintan un cuadro alarmante que Mario Marín se niega a ver o que sus subalternos no lo dejan ver.
Hagamos un recuento de los “hechos aislados”:
El secuestro del empresario Francisco Zorrilla Alanís, quien permaneció desaparecido seis meses, le cortaron el dedo meñique y que al ser liberado se fue de la entidad,
La detención del comandante de la PFP, Edilberto Camacho, asignado ala seguridad del Aeropuerto poblano, bajo los cargos de permitir el descenso de aeronaves cargadas de narcóticos.
Unos días después también fue relevado el destacamento militar asignado al resguardo del lugar.
La muerte del empresario Ricardo Ramírez en los separos de la PGJ a manos de los policías judiciales Edgar Contreras Chang y José Díaz Salinas mientras lo extorsionaban. Después de un mes de presión mediática, Blanca Laura Villeda abandonó el cargo.
Los nueve impactos de bala que recibió el vehículo del alcalde saliente de Izúcar, Filiberto Guevara. Hizo responsable al presidente entrante y que después sería conocido como el narcoalcalde, Rubén Gil.
El asesinato del diputado suplente del PAN por el distrito de Tecamachalco, José Alfredo Pérez Castro, quien, con un balazo en el tórax, llegó manejando su camioneta la Cruz Roja.
La detención en Estados Unidos de Raúl Gil Campos, presidente municipal de Izúcar de Matamoros, bajo la acusación de transportar droga en su empresa de fletes. Sus padrinos políticos se desmarcaron, pero todavía habrá noticias porque juicio iniciará en septiembre y no se duda que hablará de su relación con políticos poblanos.
El cierre de operaciones de Casa de Cambio Puebla después de que la AFI detuvo a Pedro Alfonso Alatorre “El Piri” por lavar dinero para el Chapo Guzmán y comprar aeronaves para mover droga.
La balacera entre cinco judiciales poblanos y un comando de Zetas en Córdoba, Veracruz. El único agresor detenido salió caminando al otro día. Fuerzas especiales rescataron a los poblanos, pero el agente de placa 646 fue levantado y dos semanas después apareció muerto en Río Blanco.
La detención de una célula de sicarios del Cártel del Golfo en Oaxaca que se dedicaba al secuestro y utilizaba el corredor de Tehuacán para instalar sus casas de seguridad.
En la madrugada del 4 de abril un comando armando asaltó la caseta de peaje ubicada en San Martín. Mataron a un militar y se llevaron un millón de pesos, lo que provocó la remoción del general Enrique Jorge Alonso Garrido, quien sólo duró 4 meses al frente de la XXV zona militar.
El miércoles 29 de abril un comando con armas largas asaltó un camión de valores, llevándose 8 millones de pesos sin disparar un tiro. Las fuerzas de seguridad montaron un operativo de 150 elementos, aunque al final nadie fue detenido.
La detención de cinco miembros del Cártel de Sinaloa por ofrecer 10 mil dólares a los custodios del Aeropuerto de Huejotzingo para dejarlos bajar un avión cargado de cocaína.
La amable solicitud del gobernador a dueños y directores de medios de comunicación para bajarle al tema de la delincuencia ante la ola de violencia que ya azotaba al estado.
El Atlas Delictivo 1996-2007, realizado por el Icesi (Instituto Ciudadanos para el Estadio de la Inseguridad) ubica a Puebla como la quinta entidad más insegura del país, sólo por detrás del Estado de México, DF, Baja California, Chihuahua y Veracruz.
El narcoaterrizaje de emergencia en las inmediaciones de la laguna de Alchichica. La avioneta fue abandonada, aunque se encontraron armas de alto poder en su interior. Los militares se hicieron cargo del asunto.
El cateo que hizo la AFI y la PFP de una casa ubicada en el cluster 888 de Lomas de Angelópolis, en busca de un pez gordo que podría ser El Mayo Zambada. Desde entonces, al fraccionamiento de lujo se le conoce como Lomas de Narcópolis.
El hallazgo de dos ejecutados en la carretera Cuacnopalan-Oaxaca, a unos minutos de Tehuacán, en el paraje conocido como la “falla geológica”. Después se supo que habían sido empresarios secuestrados en Oaxaca.
El secuestro de Karina Reyes, estudiante de la Upaep y sobrina del obispo de Jalapa, Hipólito Reyes Larios. Fue encontrada en los límites de Puebla y Veracruz, pero las autoridades de ambos estados se echaron la bolita y nunca se supo nada.
El empresario de origen sinaloense Martín Lizárraga Osuna fue ejecutado por dos sicarios tras ubicarlo viviendo en la casa de sus sobrinos en San Martín Texmelucan. Nadie fue detenido.
El secuestro en La Ceiba del empresario Héctor Paredes Valdéz cuando se encontraba en su billar. El levantón fue ejecutado por once sujetos vestidos con uniformes de la AFI.
Los pobladores de Tlapanalá detienen a un comando de presuntos Zetas que sí resultan serlo; casi los linchan y la policía estatal los rescata para traerlos a la capital.
Por último, el atentado contra el subprocurador Víctor Pérez Dorantes, en el que se dispararon 300 cartuchos de AK-47.
Tantos hechos aislados nos dicen dos cosas. Uno, que el crimen organizado ya vive en Puebla, y dos, que el 2008 no sólo es el año de la inseguridad, sino de la impunidad. Y eso que apenas vamos en la segunda quincena de agosto. A ver qué viene.
http://www.laquintacolumna.com.mx/2008/agosto/columnistas/colu_tiempos_190808.html
Cuando lleguemos a estar como Georgia en Osetia del Sur, con miles de muertos, a lo mejor, digo, quizás, haya una aceptación que las cosas ya se las está llevando la chingada, para eso, te aseguro, los primeros en huir serán los políticos.
8/7/08
Griselda Tirado, a cinco años de su homicidio
Mario Martell
La impunidad en Puebla es añeja. Y el pueblo también olvida.