
Desde hace más de un mes el góber volvió a esconder su preciosura.
¿Quién ha visto alguna declaración de él?
¿Quién ha sabido de él?
¿Se fue a hacer la lipo?
¿Fue a ver a un brujo a Catemaco para que le haga una limpia?
¿Fue a comprar un nuevo chango al África para que supla a su secretario de Gobernación?
El pretexto es y será el acuerdo de neutralidad que impuso el IFE, pero la realidad es otra. Otra vez está gobernando tras bambalinas.
Qué feo es elegir a alguien como representante que le tenga a miedo a sus gobernados. Tanto miedo debe tener que los odia y les causa repulsión, prefiere sentarse con esos empresarios a modo que también lo discriminan, pero lo soportan por las tajadas de dinero que les reparte.
Si alguien ha visto al góber, por favor repórtenlo: debe dos bellísimas botellas de cognac en la cantina que está a una calle de Casa Aguayo.
Y es que no pagó ni la ficha, ni la rocola